Esa conversación indujo a las
preocupaciones como la mala digestión al vómito. Mal día para sacar al sol los
sentimientos aprisionados en esta garganta desagradecida; ni siquiera tuve
oportunidad para quejarme del clima como para disimular. Así fue que salió de
sus labios esa pregunta que sentí avinagrada: ¿Por qué te preocupas tanto? ¿De
qué te preocupas tanto? Y él mismo se respondió para hacérmelo saber: no me
preocupa cuántos hijos tendré, sino oponerme a la fertilidad de la Naturaleza;
no me preocupa la educación de mis hijos, sino las enseñanzas que deben poner
en práctica; no me preocupa su profesión, sino que olviden la escuela del eterno
aprendizaje; no me preocupa el alimento del día, sino dejar de nutrirme de la Fe;
no me preocupa la falta de dinero, sino que se agote la bondad de la Providencia.
Como podrás ver querido amigo –siguió hablando- me preocupo más de lo que debería.
¿Qué se debe esperar después de una sesión con Ayahuasca? Para responder a esta pregunta hay que considerar la intensidad con que la Planta Madre ha actuado en tu cuerpo y en tu conciencia. Si crees que los efectos fueron mínimos, es decir, “no sentiste nada”, entonces debes aprovechar al máximo las enseñanzas que salen de la experiencia misma: la tranquilidad del Retiro, los momentos de meditación, los ejercicios, las purgas, el silencio y los consejos del chamán. Además de ello, debes autoevaluar a profundidad tu comportamiento durante el Retiro y el estilo de vida que llevas. Pero toma en cuenta que la Planta actúa en ti aunque tú no hayas sentido nada. Pero si el nivel de intensidad fue alto, es decir, hubo mareos, visiones, vómitos, si te sobrecogieron emociones que parecían fuertes e incontrolables, si la noche dio paso a interminables pensamientos, y si tu cuerpo fue invadido por escalos fríos o calenturas, entonces calma, calma. Seguro el chamán hablará contigo al...
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