Inacabable es la noche hasta que pisas
fondo torito; ya no aguantas y gimes desde el vientre hasta el largo y ancho de
la noche. No lloras torito, solo te lamentas sin poder lamer tus heridas.
¡Ay toro torito, tus amos estamos cansados
de jalar nuestras penas sin poder lamentarnos! Ay toro torito advenedizo, tu
amo originario te quiere y te odia, te compra y te vende, te canta y te pega,
te ve nacer y te vela. Ay toro torito advenedizo, aguantas en el día nuestras
contradicciones, pero no las puedes contener después de la media noche y mucho
antes del amanecer.
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