Encumbrado por su imaginación y su ego, se vio meditando en lo alto de la montaña;
sentíase completo, armónico,
imperecedero, sustancial. Fue entonces cuando apareció ante él uno igual, pero en
cambio era oscuro, profundo, serio, casi enojado, y de frente y sin titubeos
dijo: "¿Quién eres?". Confiado en su certeza el encumbrado respondió:
"Soy luz y alegría". El oscuro ni se inmutó, y volvió a preguntar así
de serio, casi enojado: "¿Y qué haces?". Más seguro todavía aquel
respondió: "Cumpliendo con mi Propósito". El profundo, el oscuro, le
dijo: "Para mí no eres más que un pobre estúpido". El encumbrado
sonrío y mientras descendía se había dado cuenta. Entonces, ya sin títulos ni
predestinación respondió: "Es cierto, eso también soy". Ambos se
miraron y sin pensarlo ya eran uno, y desde ese momento, desde el interior de
la montaña, allí en medio de la base, entre el arriba y el abajo, él empezó a
existir tal cual era.
¿Qué se debe esperar después de una sesión con Ayahuasca? Para responder a esta pregunta hay que considerar la intensidad con que la Planta Madre ha actuado en tu cuerpo y en tu conciencia. Si crees que los efectos fueron mínimos, es decir, “no sentiste nada”, entonces debes aprovechar al máximo las enseñanzas que salen de la experiencia misma: la tranquilidad del Retiro, los momentos de meditación, los ejercicios, las purgas, el silencio y los consejos del chamán. Además de ello, debes autoevaluar a profundidad tu comportamiento durante el Retiro y el estilo de vida que llevas. Pero toma en cuenta que la Planta actúa en ti aunque tú no hayas sentido nada. Pero si el nivel de intensidad fue alto, es decir, hubo mareos, visiones, vómitos, si te sobrecogieron emociones que parecían fuertes e incontrolables, si la noche dio paso a interminables pensamientos, y si tu cuerpo fue invadido por escalos fríos o calenturas, entonces calma, calma. Seguro el chamán hablará contigo al...
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