Incrédulo por sobre los demás y seguro de sus remedios y de su ciencia, iba por el pueblo irradiando a diestra y siniestra recetas infalibles de laboratorios y probetas. Desatento a las señales, desatento a lo que realmente hacía falta porque en sí mismo sentíase completo, no pudo prevenir lo que sabía prevenir y cayó enfermo, grave. Ya en reposo, aunque dependiente de otros, se dio cuenta que enfermó para aprender. El cuerpo secretaba el milagro de la sanación sin horarios ni prescripciones, apenas con un poquito de paciencia y atención, apenas con una pizquita de fe y oración. Entonces aprendió que la mejor medicina era el amor y el cariño proveído por quienes lo hacían sentir afortunado en todo momento.
¿Qué se debe esperar después de una sesión con Ayahuasca? Para responder a esta pregunta hay que considerar la intensidad con que la Planta Madre ha actuado en tu cuerpo y en tu conciencia. Si crees que los efectos fueron mínimos, es decir, “no sentiste nada”, entonces debes aprovechar al máximo las enseñanzas que salen de la experiencia misma: la tranquilidad del Retiro, los momentos de meditación, los ejercicios, las purgas, el silencio y los consejos del chamán. Además de ello, debes autoevaluar a profundidad tu comportamiento durante el Retiro y el estilo de vida que llevas. Pero toma en cuenta que la Planta actúa en ti aunque tú no hayas sentido nada. Pero si el nivel de intensidad fue alto, es decir, hubo mareos, visiones, vómitos, si te sobrecogieron emociones que parecían fuertes e incontrolables, si la noche dio paso a interminables pensamientos, y si tu cuerpo fue invadido por escalos fríos o calenturas, entonces calma, calma. Seguro el chamán hablará contigo al...
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