En tiempos de guerra y oscuridad, dos
desconocidos, sin verse uno al otro, tropiezan entre sí. Uno de ellos pregunta
con voz firme y amenazante “¿Quién anda allí?”... Al no encontrar respuesta rastrilla su arma y grita “¡Quién está allí?”... El otro, mientras enciende
su linterna para marcar un punto de luz en la oscuridad, responde “Soy yo, y no tengo arma alguna para enfrentar esta batalla, porque solo el que tiene miedo siente la necesidad de defenderse. Hoy no tengo miedo y siento la necesidad de traslucir tus sentimientos o ser parte
de ellos”.
¿Qué se debe esperar después de una sesión con Ayahuasca? Para responder a esta pregunta hay que considerar la intensidad con que la Planta Madre ha actuado en tu cuerpo y en tu conciencia. Si crees que los efectos fueron mínimos, es decir, “no sentiste nada”, entonces debes aprovechar al máximo las enseñanzas que salen de la experiencia misma: la tranquilidad del Retiro, los momentos de meditación, los ejercicios, las purgas, el silencio y los consejos del chamán. Además de ello, debes autoevaluar a profundidad tu comportamiento durante el Retiro y el estilo de vida que llevas. Pero toma en cuenta que la Planta actúa en ti aunque tú no hayas sentido nada. Pero si el nivel de intensidad fue alto, es decir, hubo mareos, visiones, vómitos, si te sobrecogieron emociones que parecían fuertes e incontrolables, si la noche dio paso a interminables pensamientos, y si tu cuerpo fue invadido por escalos fríos o calenturas, entonces calma, calma. Seguro el chamán hablará contigo al...
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